Desde 2006 lleva la Asociación del Banco de Alimentos de Cuenca repartiendo comida y felicidad. Sus primeros pasos los dio en Chillarón de Cuenca, después en la Avenida del Mediterráneo y ahora en el Polígono Los Palancares.
Una asociación que cuenta con el apoyo conquense, pero que solo puede tirar hacia delante con voluntarios, la mayoría son jubilados, pero también hay varios que no lo son, uniéndose estudiantes en diferentes épocas y en campañas en las que es necesaria su presencia.
Un número de voluntarios que no es ni mucho menos cerrado, ya que a las instalaciones acuden normalmente un mínimo de cinco a diez personas, aunque pueden llegar a 100 en algunos momentos. El horario de apertura es de 9:30 a 12:00 horas de lunes a jueves, aunque la jornada se alarga para los voluntarios dependiendo de los quehaceres que toquen en ese momento.
Como actividad principal que tienen, es la recepción de alimentos por parte de particulares, empresas o instituciones, así como su posterior reparto entre las asociaciones asociadas al Banco de Alimentos, ya que desde la desaparición de las ayudas de Fondo Español de Garantía Agraria, la actividad se va transformando hacia el reparto directo a las personas desfavorecidas.
Carlos Villaseñor, uno de los necesarios
Para que nos explicara el día a día de la asociación, hablamos desde El Digital de Cuenca con el secretario, Carlos Villaseñor, quien nos atendía con máxima ilusión. “Cada año salimos a la calle principalmente en la Operación Kilo Primavera o en la Gran Recogida de Alimentos, aunque siempre hacemos diferentes recogidas como Música Contra El Hambre u operación con Donde Nacen los Sabores y otras marcas colaboradoras con el Banco de Alimentos”, apuntaba como algunas de estas campañas solidarias.
Villaseñor, hablaba de manera positiva de la población conquense. “La provincia de Cuenca siempre ha sido solidaria con nosotros, es uno de los motivos por lo que siempre levantamos la cabeza y nos sentimos orgullosos cuando abrimos las puertas”.
A lo que añadía que “las llamadas de atención siempre han sido atendidas por los ciudadanos de Cuenca. En cuanto a las instituciones no nos hemos quejado nunca y de hecho agradecemos siempre el apoyo que nos ha brindado tanto el Ayuntamiento como la Diputación de Cuenca, no nos sentimos solos, sino realmente respaldados en este «trabajo» de colaboración con las personas que necesitan nuestra ayuda”.
Cita a su padre, que es el director, y gente que ya no está entre nosotros. «Desde el año 2010 está Antonio Villaseñor, al frente somos más o menos el mismo equipo, aunque por desgracia algunos de nuestros amigos y voluntarios nos han dejado, aunque los sentimos como si aún estuvieran en la nave”, apuntaba con cierta emoción.
Datos
Lo habitual en cada recogida son “pasta, es un clásico que no pasa de moda, aunque siempre intentamos guiar a los donantes hacia otro tipo de productos que ayuden a la dieta de las personas más desfavorecidas en busca que cambie o sea algo mejor. Trabajo que estamos consiguiendo, y que con el apoyo de las empresas y el esfuerzo de nuestros voluntarios, va dando la vuelta”, nos señalaba.
Cerraron 2024 con más de 240.000 kilos de alimentos repartidos, “una cifra que esperamos cuanto menos mantener en el año 2025”, destacaba Villaseñor, cuya función es más que plausible. Sin duda, asociaciones y personas así, hacen que el mundo sea un poco mejor, pudiendo estar Cuenca más que orgullosa de ellos.