Con el estudio del impacto ambiental en la mano emitido por la Consejería de Desarrollo Sostenible, la empresa puertorriqueña Toro Verde sigue avanzando en la tramitación administrativa de su macroproyecto de tirolinas y saltos al vacío, entre otros entretenimientos, para implantarse definitivamente en la ciudad. El nuevo director de operaciones del Parque de Ecoturismo y Aventura en Cuenca, Luis Noé, confirma a El Digital de Cuenca que no tienen intención de agotar la prórroga instrumental que solicitaron para tramitar el Plan de Singular Interés de su nuevo parque: “Queremos usar el menor tiempo posible de los seis meses concedidos”.
Además, desvela que este mes de junio la empresa va a convocar un desayuno informativo con los medios de comunicación para transmitirles la sensación que tienen hasta la fecha y todos los detalles de la nueva etapa que van a iniciar en breve.
CON SEDE EN CUENCA Y PIONERA EN EUROPA
Al igual que Toro Verde es un proyecto empresarial de gran envergadura para la ciudad, hay otras empresas que la han elegido recientemente como la japonesa Sumitomo Electric que fabrica mazos de cables de alta tensión para coches eléctricos, y otras que ya demuestran su consolidación como Lignum Tech, que tiene previsto inaugurar después del verano su tercera fábrica en el Polígono SEPES.
La directora general de Lignum Tech, Sandra Llorente, asegura que en junio comenzarán las obras porque ya han solicitado la licencia en el Ayuntamiento y están trabajando en la fase de los proyectos. “Para septiembre tendremos la fábrica, no sé si terminada, pero casi, para ponerla en marcha hacia el último trimestre del año”, asegura. Esta tercera nave industrial de casi 10.000 m2 está destinada a hacer baños industrializados, pero con una diferencia con la otra planta de 3.500 m2 ya existente: la robotización. Aquí los operarios no serán quienes se muevan alrededor de los baños, es decir, no tendrán que ir los alicatadores con sus herramientas desplazándose de un baño a otro porque no están estáticos. “Cada oficio tiene su estación y se consigue lo que se llama takt time o ritmo de fabricación, o sea, todos los baños se van a mover a la vez, si es cada hora habrá algunos trabajos que se hagan en una hora, dos o tres, y de esa manera se sabe que hay un flujo de trabajo constante”, explica. Lo compara con una línea de montaje de coches en la que se va moviendo el chasis y se van incluyendo cada vez más componentes.
La empresa busca mejorar la productividad, incluso incluyen un espacio para reducir los tiempos de secado al colocar un suelo cerámico, por ejemplo, y que no afecte al rendimiento de la zona productiva. “La idea es sacar un baño terminado cada hora, en dos turnos de 40 horas semanales supone sacar 80 baños a la semana”, expresa con entusiasmo. Y después vendrán los ajustes para ir bajando a 50 minutos y lo que sea posible añadiendo otras ayudas de robotización en otros elementos.
Sandra Llorente reconoce que han hecho “una inversión muy fuerte” de más de 4 millones de euros, pero con la suerte de que el primer cliente está en casa: “No solo somos fabricante, sino un grupo empresarial con promotora y constructora interna, por lo que somos nuestro primer cliente”. De tal forma que a la hora de sacar sus propias promociones saben exactamente qué necesitan. Su innovación, por tanto, nace del interior de la compañía y los sistemas los pueden poner a prueba en la obra. Así les pasa con todo el proceso: la concepción del proyecto, el diseño, la fabricación, el transporte, la elevación, el montaje…
“Ahora mismo estamos todavía en una fase muy incipiente del proyecto, pero vamos conforme al business plan o plan de negocio marcado, es un avance que requiere mucho esfuerzo de todas las personas que componen la corporación, un trabajo en equipo con resultados a medio largo plazo”, aclara. Y ya han pensado en trasladar la fábrica de baños actual a la nueva construcción para dejar ese almacén robotizado para las fachadas. “Visualizamos el futuro y tenemos pensamientos a tres y cinco años”, avanza.
Reconoce que no podían dejar atrás la experiencia en baños de su antigua etapa de 2014 y después de montar la primera fábrica de fachadas de madera se dieron cuenta de que el mercado requería maduración del sector. “Ahora sí hay otras empresas de baños industrializados, pero ninguna tiene nuestra experiencia de fabricado y montaje”, recalca. Además, su sistema de robotización con una tecnología adaptada los convierte en pioneros en Europa: “Solo lo hemos visto en Emiratos y EEUU, pero esta línea es única en nuestro continente”.
Fabrican materiales para toda España, de hecho, uno de los proyectos más recientes ha sido el de los 107 pisos que la Comunidad de Madrid construye en Navalcarnero, pero también están ofertando en Italia, Francia y Alemania. Sin embargo, su sede está en Cuenca por dos motivos: “Cuenca es un lugar estratégico entre Madrid y Valencia, y el Ayuntamiento es el mayor propietario de monte ordenado y aserradero con clasificación estructural”. Esto quiere decir con madera aserrada que ha sido clasificada según sus propiedades mecánicas para uso en estructuras. “Es como cuando un ganadero despieza una vaca, no todo lo hace carne picada, pues cada árbol tiene su importancia y en Cuenca hay árboles con capacidad estructural que no deberían quedar para palets y romper esa cadena de valor”, argumenta.
Así es como Lignum Tech, al igual que otras empresas nacionales y multinacionales, revalorizan el tejido empresarial de la ciudad, porque no solo están ellas sino las otras empresas cercanas que atraen creando una red tan importante de tejido industrial.