El nombre más científico de los insectos, mariposas y polillas, son lepidópteros. Hay cientos de especies en España, 250 de mariposas y más de 5.000 de polillas. Pero no es noticia la polilla de la ropa que es mucho más pequeña, sino la especie Autographa gamma, la que se alimenta del néctar de las flores y que llega a medir hasta 5 centímetros, la que está en boca de todos por su proliferación en los últimos días en Cuenca.
Uno de los técnicos de la Fundación Global Nature especializado en los humedales de Cuenca, David Miguélez, señala que “algunas especies siempre se ven favorecidas cada ciertos años por la meteorología favorable de la primavera, los vientos…”. Entiende que por ese motivo “estas polillas son más numerosas que otros años que no llaman tanto la atención y pasan desapercibidas si sus poblaciones son normales”.
Según comenta, “es una especie muy común en España y las formas adultas, que llamamos polillas y que no dejan de ser mariposas nocturnas son inofensivas”. Sin embargo, advierte que “las larvas sí pueden ocasionar daños en plantas de jardines y cultivos herbáceos o vides porque se alimentan de hojas y si llegan a ser muy numerosas pueden constituir plagas que los dañen”. Causan el típico daño de las orugas.
Los expertos del CSIC, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, no solo las han ubicado en las zonas mediterráneas de Murcia y Valencia, sino también en varios puntos de Castilla-La Mancha como Cuenca y Albacete. Y es que estos insectos buscan las zonas frías del norte de Europa, pero en su periplo desde África la provincia conquense les viene de lujo como parada migratoria.
Se pueden usar insecticidas para reducir su actividad, pero las recomendaciones más comunes ante la plaga de polillas son previas. Hay que cerrar las ventanas y evitar tender ropa en el exterior, sobre todo, por la noche, con el fin de evitar que estos invitados tan molestos se cuelen en el interior de las casas.
