No es Formentera, está en Cuenca

El pantano de Alarcón, "el gran desconocido" de Castilla-La Mancha

Esta joya no se vende cara. Aunque una vecina del pueblo ponga la foto en su perfil de WhatsApp y diga que está en Formentera. Porque ella puede, con ese paraje y esa puesta de sol, bajando la cuesta de su casa ya tiene su postal de veraneo envidiable para cualquiera que aún no tenga planificadas sus vacaciones o las vea tan lejanas que ni siquiera albergue la esperanza de que un día le dé un rayo de sol en la cara. Pero ahí está, esa amplitud de paisaje con sus lomas al fondo y su mezcolanza de colores tras la puesta de sol, con las aguas claras del imponente pantano de Alarcón, el décimo más grande de España y al 70% de su capacidad.

Los datos periodísticos se los sabe el alcalde de Valverde de Júcar, Eduardo Mena, que teniendo semejante reclamo turístico bajo sus dominios no pierde la oportunidad de ganar visitantes de la comarca, la provincia o la capital de España si hace falta. No es de extrañar su orgullo de pueblo (que podría figurar con almohadilla de hastag en su web consistorial) porque cada año acondicionan la zona de baño con arena fina para que la pendiente de entrada sea tan agradable que no te acuerdes que estás en un pantano de interior. En su opinión, «está bien dotada»: con chiringuitos, zonas de terraza y sombra, pero sobre todo, y aquí radica la sorpresa del que llega con sus chanclas y su toalla con bajas expectativas, las actividades náuticas. Pues se puede alquilar desde kayak hasta canoas y practicar kitesurf y paddle surf. De hecho, el día 5 de julio se hace un día de la enseñanza de pruebas náuticas. 

Aprovechando todo lo que conlleva el pantano y lo que se puede hacer, que salvando las distancias es lo que más se aproxima a una playa en 150 kilómetros a la redonda, el verano cultural de Valverde de Júcar ofrece desde películas al aire libre, actuaciones con la Red de Artes Escénicas de la Junta con espectáculos infantiles y para adultos, hasta una marcha cicloturista del equipo del pueblo, que va por la séptima edición y convocará en torno a 200 participantes. El mismo día 5 es el concierto de La Guardia, programado dentro del ciclo «Actuamos en Patrimonio» de la Diputación. «Se puede llegar por la mañana a la marcha, por la tarde bañarse en el pantano y por la noche ir al concierto y verbena de San Cristóbal», proponía el alcalde, quien está convencido de que no hay un pueblo que ofrezca tantas actividades como este en un solo día.

Una de las vistas paralelas a la zona de baño en el pantano de Alarcón

EN EL CAPÍTULO DE SUBVENCIONES, APARCAMIENTO Y PANTALÁN FLOTANTE

Tampoco se queja Eduardo con la partida de ayudas destinada a impulsar la actividad turística del pantano gracias a Adesiman, la Federación para el Desarrollo de la Sierra y la Mancha conquense. «Tenemos concluido un plan de acción turística que consiste en tres actuaciones y media», explicó. Por un lado, un aparcamiento rústico en la zona del pantano, «con árboles solares, bastante asimilable al paisaje» y, por otro, la construcción de una «pequeña casita» para almacenar los materiales náuticos. Otra parte de la subvención iría destinada a la adquisición de nuevo material náutico y una tercera, que es la más grande en importe, está pensada para la creación de un pantalán flotante, o sea, un embarcadero para 10 barcos anclado al suelo con dados de hormigón. La flotación permite, según indicó, que se pueda ir moviendo arriba y abajo en función del nivel del agua por la variación de las lluvias o la sequía que haya en el Levante.

De momento, el aparcamiento ya está adjudicado y falta iniciar su ejecución; el material náutico también tiene presupuestos de tres proveedores distintos. «Me gustaría que estuviera todo este verano», enfatizó con ganas de ver muy pronto la mejora. Sin embargo, el pantalón, por dificultades técnicas y porque no hay nadie cerca que lo haga (podría ser una empresa de Alicante o Barcelona) solo tiene el proyecto redactado y hay que sacar la licitación a lo largo del verano: «Si no puede ser para este, la temporada que viene estaría ya allí», constató con prudencia. Y por último la media actuación, que es un carril bici desde Belmontejo hasta Valverde con distintas paradas, puntos de observación de aves y suministro de bicicletas eléctricas, «unos 20 kilómetros» en total.

Miguel y Manu, dos madrileños disfrutando de una tarde de verano en Valverde de Júcar

Al pantano acude mucha gente del pueblo «que viene sí o sí» como apuntó Mena, pero también de Madrid «sin tener ningún tipo de arraigo o contacto con el pantano de Valverde». Es el caso de Miguel y Manu, dos primos que viajaron con su familia desde la capital para celebrar unas bodas de oro en una casa rural cercana, ni más ni menos. Porque si se tienen en cuenta los 49 kilómetros de distancia para el conquense, el madrileño lo tiene aún más fácil desde la A-3 salida 141 a Cervera del Llano. «Mucha gente viene precisamente a pasar el fin de semana o días sueltos al pantano, sobre todo del 15 de julio al 15 de agosto, se nota muchísimo el incremento de la afluencia y a lo mejor se pueden juntar allí 300 o 400 personas», exclamó sin exagerar.

Lo cierto es que no hay demasiada piedra y hay zonas para tumbarse plácidamente: «Todos los años quitamos las malas hierbas y aportamos arena fina para que la gente esté más cómoda, además el chiringuito suministra bebidas y snacks, con su terracita y sombra, más luego todo el material náutico que se puede alquilar también a grupos». La verdad es que la zona de baño tiene una pendiente de entrada al agua muy suave con una línea muy fina de sedimentos, ideal para todos los públicos y edades.

«Lo bonito de este paisaje es la puesta de sol, aparte de que hay un microclima con dos o tres grados menos que en el municipio por lo que se está más fresco», comentaba mientras parecía soñar despierto. La amplitud de paisaje sin ningún tipo de edificación al fondo hace que el amarillo del campo, el verde del girasol, el naranja del sol y el azul del agua a la gente le encante: «Hacen un montón de fotografías y de hecho una vecina el año pasado colgaba una foto todos los días en su perfil diciendo que estaba en Formentera (ja, ja, ja)».

Por eso, cualquier conquense puede ser el siguiente que vaya allí y se haga una foto aprovechando el marco del photocall que van a poner ahora por aquello del postureo. Como diría el alcalde, hay que poner en valor que no es un pantano estancado, con casi 800 hectómetros cúbicos y más grande que el de Entrepeñas: «Al final es el gran desconocido y no es ningún charco, ¡tenemos una joya!». Que brilla mucho más a las tres de la tarde, cuando Eduardo Mena promete captar para siempre en la retina «una postal espectacular».

Almudena Collado

Redactora de El Digital de Cuenca. Nacida en Cuenca. Más de 10 años de experiencia en medios de comunicación en radio y televisión como Cadena COPE, CMM y profesora de Onda Radio en Universidad Francisco de Vitoria.
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