«Nos sentimos olvidados»: El barrio de Cuenca que denuncia años de abandono

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El barrio de Tiradores Bajos, uno de los más antiguos y emblemáticos de la ciudad de Cuenca, lanza un nuevo grito de auxilio. Sus vecinos denuncian la situación de abandono que padecen desde hace años, con problemas estructurales, falta de mantenimiento, inseguridad y un deterioro progresivo del entorno que, según ellos, amenaza con convertir la zona en un «barrio fantasma».

Josefina Panadero

Josefina Panadero, presidenta de la Asociación de Vecinos de Tiradores Bajos, no oculta su frustración:
«Llevamos años reclamando soluciones y nadie nos escucha. El barrio está cayéndose a pedazos y lo único que recibimos son promesas vacías», afirma con pesar. «Cuenca presume de su patrimonio, pero se olvida de quienes vivimos en él».

Tiradores Bajos/Néstor Robaina

Entre las principales quejas vecinales están el mal estado del pavimento, la dejadez en la limpieza, la falta de iluminación y la inseguridad nocturna. Las casas cerradas, muchas en ruina, son otro síntoma de la despoblación que sufre el barrio, acentuada por la falta de oportunidades y servicios básicos.

Tiradores Bajos/Néstor Robaina

Hace apenas unas semanas, Panadero recorrió las calles del barrio junto a varios representantes del Ayuntamiento. «Vinieron, vieron la situación y nos dieron la razón. Nos prometieron algunos arreglos menores, como la limpieza de zonas concretas y alguna actuación puntual, pero en cuanto hablamos de presupuesto serio, la respuesta fue clara: dinero, poco», explica. «Nos agradecen la implicación, pero la realidad es que seguimos con las manos vacías. Sin inversión, no hay solución», sentencia.

A pie de calle, la desesperanza es compartida por muchos vecinos. Pablo, residente en el barrio desde hace más de treinta años, asegura que «esto no es solo una cuestión estética, es de dignidad». Y añade: «Hay zonas por las que no puedes pasar de noche. Las farolas no funcionan, los bancos están rotos y la maleza tapa hasta las aceras. Parece un barrio abandonado».

Tiradores Bajos/Néstor Robaina

La situación se agrava aún más en los hogares con niños pequeños. María, madre de tres hijos, vive pendiente del muro que delimita su vivienda, agrietado y con riesgo de desprendimiento.
«He avisado ya dos veces al Ayuntamiento. El muro está cediendo y tengo miedo por mis hijos. Juegan justo ahí al lado. Me dicen que lo tienen en cuenta, pero aquí nadie ha venido a revisar nada», denuncia. «No estoy pidiendo lujos, solo seguridad».

Respuesta del Ayuntamiento

Saray Portillo en la rueda de prensa de esta mañana/Néstor Robaina.

Consultada por este medio, la concejala de Mantenimiento Urbano y teniente de alcalde, Saray Portillo, ha reconocido que «Tiradores Bajos arrastra una situación complicada de la que somos plenamente conocedores en el Ayuntamiento». Y añade:
«No es un asunto de cuatro o de cinco años que llevamos nosotros en el equipo de gobierno, esto viene de años y años. En este barrio se ha invertido entre cero y nada en los últimos veinte, treinta, cuarenta o cincuenta años».

Portillo ha defendido que sí se han dado pasos en esta legislatura, como «la rehabilitación de la calle Almendros con una inversión de 634.000 euros, además de desbroces y pequeñas actuaciones, intentando atender todas las solicitudes como en cualquier otro barrio».

La concejala también destaca los acuerdos alcanzados con los vecinos en la reunión mantenida el pasado 4 de junio, entre los que figuran:

  • Una reunión con el jefe de la Policía Local, prevista para la próxima semana, para abordar los problemas de tráfico.
  • La visita de un técnico de la Gerencia de Urbanismo, que inspeccionará las zonas más afectadas del barrio con el fin de evaluar posibles intervenciones.
  • El compromiso del equipo de gobierno de convocar a la Asociación de Vecinos una vez se disponga del nuevo presupuesto municipal y del remanente líquido de tesorería, con el objetivo de definir conjuntamente una hoja de ruta de actuaciones prioritarias.

«La inversión que necesitaría ahora mismo ese barrio sería millonaria. Y cuando digo millonaria, hablo de millones de euros —y hablo con conocimiento de causa», subraya Portillo. «El Ayuntamiento no dispone de ese dinero a día de hoy, pero cuando contemos con él, lo pondremos en conocimiento de la asociación para priorizar con ellos las intervenciones más urgentes».

Una comunidad que resiste

«Los bancos están tapados de maleza, las calles llenas de suciedad, y el problema del tráfico», enumera Panadero. «Pero lo más preocupante es que los jóvenes se van, y cada vez somos menos. ¿Qué futuro le queda a Tiradores si no se actúa ya?».

Tiradores Bajos/Néstor Robaina

La situación ha sido denunciada en múltiples ocasiones ante el Ayuntamiento, con escritos, reuniones e incluso concentraciones vecinales. Según Panadero, las respuestas han sido «educadas, pero estériles».

El deterioro del barrio contrasta con el movimiento cultural y tradicional que sigue vivo gracias al empeño vecinal. «Aquí aún se vive la Semana Santa de forma intensa, cuidamos nuestras fiestas y nuestras tradiciones, pero lo hacemos sin apoyo. Sentimos que Cuenca se da la vuelta cuando mira hacia Tiradores», lamenta la presidenta.

Tiradores Bajos/Néstor Robaina

Desde la Asociación de Vecinos piden un plan integral de rehabilitación que incluya mejoras urbanísticas, impulso a la vivienda y fomento de la vida comunitaria. También reclaman más presencia policial, programas de dinamización cultural y una apuesta real por revitalizar el barrio.

«No queremos caridad, queremos justicia. Que se nos trate como a cualquier otro barrio de Cuenca», concluye Josefina Panadero.

Tiradores Bajos/Néstor Robaina

Mientras tanto, en las cuestas empedradas de Tiradores Bajos resiste una comunidad que, pese a las dificultades, se niega a rendirse. Pero su paciencia, como sus muros, empieza a resquebrajarse.

Tiradores Bajos/Néstor Robaina

Rafael Torres

Nacido en Cuenca. Estudiante del Grado de Periodismo en 4 ° curso en la Facultad de Comunicación de Cuenca
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