Una seña de identidad de las carreteras de España era el toro de Osborne, el cual comenzó siendo una campaña publicitaria de una bodega del Puerto de Santa María (Cádiz). Esos primeros toros comenzaron vestidos con el nombre de la propia marca, fue el diseñador Manolo Prieto quien se hizo cargo de ponerle forma a un toro que comenzó siendo de madera, medía cuatro metros y fue el primer paso a una figura que ha terminado por formar parte de nuestra historia y nuestra cultura.
En 1961 se cambiaba la madera por el metal, para que fueran más resistentes, y se pasaba de cuatro a siete metros de toro Osborne. Un tamaño que creció un año más tarde, cuando se obligaba a que las vallas publicitarias quedaran más lejos de las carreteras.
Nueva norma y nuevos cambios en 1988, donde desaparecía el nombre de Osborne tras la Ley de Carreteras que prohibió toda publicidad en los márgenes de las vías. La marca decidió dejar el toro para seguir con el símbolo tan característico.
Podrían haber desaparecido totalmente en 1994 con el Real Decreto del Nuevo Reglamento General de Carreteras, aunque la ciudadanía se movilizó y el Tribunal Supremo lo indultó por considerarlo patrimonio cultural de España.
Número de toros
Llegaron a ser más de 200, ahora quedan 92 estando 14 en Castilla-La Mancha, segunda región en el pódium tras Andalucía con 24 y donde Cuenca tiene tres. Uno de ellos está en la carretera que une a El Pedernoso y Las Pedroñeras, concretamente en el kilómetro 153 de la Nacional 301, característico de la zona y un símbolo cuidado por pedernoseños y pedroñeros.
Los otros dos se encuentran en la A-3, autovía que Madrid y Valencia. En concreto, en la localidad de Honrubia, en el kilómetro 164; y en Castillejo de Iniesta, en el 211.
Los tres toros que son iconos de España y de Cuenca, provincia que sigue con una de ‘las marcas España’
